Tengo un grito atravesado en la garganta.

El alma misma ya no aguanta más.

El dolor y el sinsentido la desbordan.

En este mundo rebosante de maldad.

 

En este mundo de avaricia y guerra.

En este mundo de inmundicia y dolor.

Cuando hermano va contra hermano.

Y madres venden a sus hijos al pastor.

 

En este mundo de horrores del infierno.

De hombres que han perdido su honor.

De seres que han salido de las tumbas,

Sumiendo este mundo en horror.

 

De la mentira que ya nadie acalla.

De valores y verdades sin valor.

De la separación del mundo entero,

Que vaga entre el odio y el amor.

 

Oh, ¡qué designio infame!

Oh, ¡qué pérfida verdad!

El mundo se encuentra dividido.

El mal de nuevo al bien enfrentará.

 

Pues ya se han cumplido los designios.

Y el hombre ha cruzado el Rubicón.

Ha escogido la guerra y la desgracia,

En lugar de consagrarse al amor.

 

Nuevamente, como antes, en antaño,

Ha renacido la esclavitud.

Y hombres son vendidos en grilletes:

Encadenados, endeudados sin virtud.

 

Quisiera pensar hoy positivo.

Quisiera creer en la bondad.

Pero veo que la guerra es lo que prima.

De ella tienen hoy necesidad.

 

Pues bien: ¡el hombre ha elegido!

Y que después no culpe a Dios.

Las consecuencias de sus actos lo esperan.

La purga de los malos… comenzó…

 Viernes, mayo 09 de 2025

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