No hay futuro que me rija,
No hay algo que planear.
Yo soy peón de un Maestro,
Quien me reserva al final.

Mi vida vale, pero no es mía,
Y el dueño no se quiere manifestar.
Mi voluntad ya no existe,
Del dueño es la voluntad.

Y no le importan mis deseos,
Ni lo que quiera alcanzar.
No van de acuerdo a su meta,
No se acoplan a su ideal.

La vida es un punto muerto,
Es un camino sin final.
Estar en un corral desierto,
Que está lleno a reventar.

Oh sí, así se ve la vida,
Cuando hay vida a granel,
Y es tu vida un granito,
Que los dioses vienen a comer.

A ellos no les corresponde,
Ni ayudarte, ni salvar.
Tan sólo eres alimento,
Para su energúmena divinidad.

Tú eres nadie, no importas,
Tan sólo un grano del arenal.
Aquel que nadie reconoce de los otros,
Que otros vienen a pisar.

Martes, Octubre 10 de 2006

 

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