La muerte me saluda desde lejos.
Me atrae con su capa satinada.
Sonríe, atrayendo mi mirada.
Y en su rostro, veo a mi amada.
El corazón se acelera en el pecho.
La razón se quiere desbocar.
El miedo destroza las barreras,
Pues de nuevo la vuelvo a encontrar.
Y el dolor recorre mis entrañas.
La locura como espuma arremolina.
La vista se me empaña en rojo sangre,
Pues de nuevo se ha abierto una herida.
¡Oh qué dolor! ¡Qué grande sufrimiento!
Ni la quietud lo puede redimir.
Quisiera devorar mis pensamientos.
Desconectar el switch que me deja sentir.
Y los recuerdos acuden a millares.
Y sentimientos olvidados aparecen.
Y la traición de nuevo me destroza.
En trago quiero ahogar mis penas.
La muerte pasa lento a mi lado.
Sus caderas danzan en vaivén.
Y los ojos de la que fue mi amada,
Hacen que yo quiera arder.
Apabullado, la despido con los ojos.
La muerte se aleja hoy de mí.
Así como el amor por mi amada,
Cuando por su maldad la dejé ir.
Miércoles, 5 de marzo de 2025