Me perdí ayer en un azul profundo,
Un infinito que no pude abarcar.
Y quise navegar por él sin rumbo,
Más no sabía por donde comenzar.

Y me quedé mirándolo estupefacto,
Y no sabía qué decir ni cómo actuar.
Tan solo sentía de él todo el encanto,
Estaba preso y no quería escapar.

Y poco a poco vi como aumentaba,
Aquello que en el tiempo yo perdí.
Y rescaté, ya olvidados, los encantos.
Y en el alma todo el bienestar sentí.

Volé cruzando el grandioso infinito,
Y gocé, revoloteando por las nubes,
Imaginando que ellas eran mundos,
Y que los pájaros eran multitudes.

Más todo llega a su fin en este mundo,
Así que saciado mi deseo de explorar,
Volé a mi cuerpo en un solo segundo,
Después de por el cielo navegar.

Viernes, 18 de enero de 2002

 

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