Pues la verdad es, en verdad,

Una mentira lo más grande.

El bien no puede hoy triunfar,

Por más que uno le haga barra.

 

El mal florece por doquier,

En todas partes, cual cizaña.

Y no hay nada que hacer,

Todo lo impregna con gran saña.

 

Y las chispitas de bondad,

Que surgen muy de vez en cuando,

Son ahogadas por maldad,

Son anegadas en su llanto.

 

Y hoy por hoy, puedo decir,

Y con la mano en el pecho,

Que ya está extinto el bien,

Tan sólo el mal está al acecho.

 

Ya hoy por hoy no existen puros,

El blanco ya no lo es más.

Todo se mira por un lente,

Que distorsiona la verdad.

 

Los lentes falsos de la vida,

Nos muestran falsa realidad,

Donde el mal quien predomina,

Donde no existe la bondad.

 

El fin se acerca, muy despacio,

Quisiera que llegara ya,

Pero tan sólo el mal inicia,

Le falta mucho que avanzar.

 

Ya hace rato que en el Cielo,

Tocaron los cuernos asignados,

Y los jinetes han bajado,

Y cumplen lento con su hado.

 

Quisiera que aceleraran,

Pues avanzan sin afanes,

Quizás con esa lentitud,

Dando más oportunidades.

 

Pero no creo que el tiempo,

Sea un aliado en este caso.

Ya la suerte está echada,

Y se acerca el ocaso.

 

La maldad del ser humano,

Es la prueba fehaciente,

Que no hay nada que hacer,

Tan sólo esperar su suerte.

 

Miércoles, 27 de julio de 2019

 

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