A veces, me la imagino,
Cruzando rauda la pared,
Y en un instante, que es eterno,
Llenando por completo mi ser.

A veces, me la imagino,
Cuando ya no puedo pensar.
Tan solo siento su presencia,
Y me siento reventar.

A veces, me la imagino,
Cuando ya no hay qué hacer,
Y su favor es inmediato,
No deja mucho que perder.

A veces me la imagino,
Cuando la vida ya no vale.
Cuando el dolor es todo, todo.
Pero ella, lo invade.

A veces, me la imagino,
Cuando ya no hay inspiración.
Y ella llega. Rauda. Libre.
Me entrega todo su amor.

A veces, me la imagino,
Vacío y ya sin sentimientos.
Y su abrazo maternal,
Reconstruye mis cimientos.

A ti te quiero agradecer,
Oh, musa de mi inspiración,
La creadora de mis versos,
Mi compañera de emoción.

Lunes, Julio 07 de 2014

 

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