Nunca creas algo por adelantado,
La vida no siempre te lo va a demostrar.
Y cuando la idea en el cerebro se ha arraigado,
No puedes y ni quieres dar un paso atrás.

Entonces de bruces caes en la tierra,
Y te revuelcas en el lecho del dolor.
Y sufres lo que representa la miseria,
Y procuras olvidar lo que es amor.

Y todo - lo que es gracioso -, culpa tuya es.
Olvidar ese mensaje simple, y simplemente llegar a creer.

Yo, personalmente, me he desilusionado.
He dejado en los milagros ya creer.
No quiero vivir más en el pasado.
En el presente estoy y el futuro quiero ver.

Más tantos años de encierro,
Profunda huella en mi mente han sembrado.
Difícil es mirar al frente,
Sin procurar traer de vuelta el pasado.

Pasado es y de ello soy conciente.
Más cuando quiero del presente disfrutar,
El pasado frente a mi se sienta.
Y se burla y me hace recordar.

Y se afana en mostrarme mis errores,
Y me muestra aquello lo que temo más.
Me remueve el alma y los temores,
No quiere dejarme olvidar.

Yo quiero superar lo que he hecho.
No quiero en el limbo más vagar.
Yo quiero vivir como la gente.
Y quiero yo la vida disfrutar.

Con todo lo que ella represente,
El amor, la pena, el dolor.
Las delicias de todos los sentimientos,
Y no a lo que estoy acostumbrado: depresión.

A brazo partido lucho conmigo mismo,
En una guerra sin tregua ni descanso.
No quiere entender que he crecido,
No quiere ver que yo no soy el manso.

Y ese otro yo que está conmigo,
No quiere el otro mundo abandonar,
No quiere desprenderse del pasado,
Y aprender que los errores han quedado atrás.

Más sé que en esta lucha interna,
Ninguno de los dos puede ganar,
Porque ambos somos el único y mismo,
Y ambos a un acuerdo tendremos que llegar.

Jueves, 03 de enero de 2002

 

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