Que sentimiento más horrible,
Queriendo algo que no puede ser.
Consciente estando acerca del hecho,
Sufriendo por no encontrar querer.

¡Maldita obsesión y maldito deseo!
Torturan hasta hacerme desvanecer.
Dañando cada una de todas mis fibras,
Anulando todo, incluso el ser.

Señor, dichoso sea tu nombre,
Señor, aquel que todo lo ves,
Ayuda a este pobre hombre,
Ayuda a recobrar el poder querer.

Ahora por fin estoy en el claro,
El brillo me ciega y no deja ver.
Estoy parado, paralizado.
Y sigo sin poder lograr querer.

He olvidado aquel sentimiento,
Tan sólo recuerdo lo que es el dolor.
Y ahora que estoy fuera del miedo,
Placer me trae sólo el sol.

Placer, porque disfruto sus rayos,
Incluso la Luna hoy caliente es.
La noche oscura me abriga de sueños,
No sueño, porque olvidé lo que es querer.

Intento, me esfuerzo, no pienso en nada.
Me concentro tan sólo en el interior.
Intento, me esfuerzo por que no me alteren,
Mas vivo, existo en el exterior.

Amor, esa palabra tan delicada,
Que antes no era palabra para mí,
Sentía, amaba todo ser vivo,
Moría por ellos y ahora estoy aquí.

Sin una gota de sentimiento,
Sin saber si bueno o malo es.
Tan sólo el dolor eterno del hecho,
Tan sólo el hecho que olvidé querer.

Buscando estoy a un sabio, maestro,
Buscando a un ser que me enseñe otra vez.
Me esfuerzo en todo y en mantenerme despierto,
Quiero, añoro volver a querer.

Miércoles, 26 de septiembre de 2001

 

Comparte este artículo

No hay comentarios

Deje su comentario

En respuesta a Some User