Cuando el sol salió de su escondite,
Se encontró con la luna que llegaba al lugar
Le dijo: hola, hermana, ¿por qué tan larga cara?
Y al decir esto se puso con alegría a brillar.

La luna no respondió a su querido hermano,
Tan sólo se limitó a sonreír,
Y su cara se transformó en una esfera,
Le dijo: no te burles, porque yo sé sufrir.

El sol pensó durante un momento,
Y despacio sus luces apagó,
Pensó en lo dichosa que era su hermana,
Capaz de reír un rato y también saber sufrir.

Miércoles, 24 de octubre de 2001

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