He conocido en la vida,

La muerte, vida y amor.

He visto hombres destrozarse,

En desdicha y pasión.

 

Testigo soy de que en el mundo,

Existen mundos de maldad.

También que a veces, entre ellos,

Se cuela lo que es amistad.

 

He visto hombres iracundos,

Acunados por un niño.

También los que, siendo pasivos,

Asesinan por un mal mimo.

 

Doy fe de que aquí, ahora,

Existe el bien y existe el mal.

Ambas varas de duras puntas,

Con las que nos vienen a educar.

 

Y ¡qué lecciones que nos tocan!

A veces ni gritar alivia.

Y otras en las que no sabemos,

Ni de traiciones, ni perfidias.

 

La vida es una escuela,

El mal y el bien son herramientas,

Las que obligan a elecciones,

Entre tu mente y conciencia.

 

El elegir es lo normal,

Y siempre, siempre lo hacemos.

A veces bien. A veces mal.

Y siempre, siempre aprendemos.

 

De hombres es vivir la vida,

Entre errores y aciertos.

Buscamos siempre lo mejor,

Después de esquivar los muertos.

 

¿Lo material o espiritual?

¿Entre la fe o en la ciencia?

Buscamos la salida hallar,

Justificar nuestra conciencia. 

 

Existe Dios y existe el diablo.

Existe el bien y existe el mal.

Mas no vemos negro o blanco,

Cuando nos vienen a juzgar.

 

¡Orgullo humano: eres perfidia!

La funda sobre nuestros ojos.

Obstáculo difícil de pasar,

En esta escuela de antojos.

 

El mundo es una ilusión,

Cuando lo vemos y entendemos.

Sin ocultar el corazón,

Amar podemos y debemos.

 

Así que ven. ¡Aprende pronto!

Escoge bien. Escoge mal.

Pero, ¡por Dios! Escoge.

Ya que se acerca el final.

 

Martes, Enero 06 de 2015.

 

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