Papel, concédeme un momento.
Sé mi escucha un segundo.
Permíteme decirte lo que quiero.
Permite compartir mi mundo.

Tú siempre has sido mi escucha,
Mi guía que en silencio me oye.
Que aguanta todas mis emociones,
Que no replica cuando otros te desoyen.

Tú eres mi testigo y tesorero,
Guardián de los tesoros de mi alma.
Eres el único que sabes mis secretos,
Y me lees como si yo fuera tu palma.

Tal vez, eso en algo es cierto,
Soy extensión de ti por entereza.
Sin ti, mis palabras no saldrían.
Y moriría de mi propia torpeza.

Sólo a ti yo puedo expresar,
Lo que por dentro me sucede.
Sólo a través de ti puedo crear,
Sin ti, mi creación muere.

Tú eres mi único amigo,
Querido desde que te conocí.
Amigo entrañable y querido,
Que me salvó cuando encontré mi fin.

La magia que siento en tu textura,
Cuando la pluma toca tu blancura,
Es algo inexplicable e imposible,
Es magia antigua, simple y pura.

Tú eres la salida de mi alma,
El bosquejo que me permite apreciarla,
Tú eres el altar del alfarero,
Donde su creación a sí se halla.

Quisiera que la magia de mi pluma,
A ti vida eterna concediera.
Para salvarme a mí de mi locura,
Y lograr que alguien me entendiera.

Que fueses la catarsis de mis versos,
La vara mágica de todos los poetas.
De aquellos que se encuentran en tinieblas,
Por no sangrar su alma en cuartetas.

Quisiera imbuirte con más magia,
Quisiera rellenarte de energía.
Plasmar en ti todo el Universo,
Que la Eternidad en ti se abriera vía.

Que fueses el bastión de los amores,
De los amantes y desesperados.
Que en ti, se fundieran corazones,
Y que ahogases todos los pecados.

Que la pureza que veo en tu hoja,
Sea reflejo de mi propia alma.
Poder sentir y ver como yo veo,
De Dios, la pureza y la calma.

Convertirte en un mundo de colores.
Donde el mundo sólo vea alegría.
Crear positivas emociones,
Que hagan que se cierren las heridas.

Papel, tú eres la magia y el mago.
Tú absorbes cada una de mis letras.
Conviertes en verdad mis simples versos,
Y en amor transformas las rabietas.

Papel, a ti te imploro que me escuches,
Alivia lo que por dentro me atormenta,
Alivia lo que vivir no me deja,
Aquieta mi conciencia con las letras.

Recibe mis pesares, mis tormentos.
Abraza mis amores, mis pasiones,
Convierte todo en bellas letras,
Y enciende con ellas corazones.

Llora conmigo cuando en tinta lloro,
O explota con fuerza la violencia.
Indígnate conmigo, te lo ruego.
Sé el testigo y mi propia audiencia.

Recibe y aclama lo que siento,
Recibe lo que tengo en mi alma.
Abraza la punta de mi pluma,
Empápate en tinta y mi palabra.

Yo te agradezco por este momento,
Te aclamo por de nuevo permitir,
Que el círculo del poeta se complete,
De nuevo permitiéndome sentir.

Te doy las gracias por ser mi testigo.
Te doy las gracias por rabietas aguantar.
El mundo abarcar a ti te pido.
Y si es posible, el Universo abarcar.

Viernes, 09 de agosto de 2013

 

Comparte este artículo

No hay comentarios

Deje su comentario

En respuesta a Some User