Después de mucho despotricar
Y renegar en el pasado,
Sumido en la oscura soledad,
Veo la luz, desesperado.

La nada se abre, huye rauda,
Llenado el vacío con la luz.
Y el calor vuelve a mi alma,
No tiene que cargar con esta cruz.

Y salgo y veo el mundo entero,
Me lleno de su fuerza y color.
Desato todos mis sentimientos,
Y de cabeza me lanzo en el amor.

Ya ha pasado la época del miedo.
Huyó de nuestro mundo el terror.
Y del amor ha llegado el momento.
Gritémoslo a cuatro vientos: tú y yo.

Lunes, 23 de abril de 2012

 

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