Lamento ser el portador de malas noticias para los cristianos católicos del planeta, pero el 06 de octubre del 2008 pasará a la historia como el día que marcó el fin de la reverencia por la palabra de Dios e instauró la palabra de los hombres en su lugar.

“La Biblia día y noche”, una adaptación del reality show “El Gran Hermano”[1], tiene como fin la lectura de la palabra de Dios, en transmisión directa por televisión. Hasta ahí lo puedo aceptar. Lo que no puedo aceptar de ninguna forma, es que el fin de este “reality” no es enseñar, educar, transmitir los principios y valores cristianos, dar a conocer a Cristo y su mensaje; sino completar la lectura en siete días, lo que le tomó al Señor crear el mundo.

Pero esto no es lo peor. La parte más inaceptable es que la cabeza de la iglesia católica, Benedicto XVI, promueva este ultraje en lugar de oponerse a esta profanación. La Biblia es la palabra de Dios. Es el fundamento de todo cristiano. Usarla para una campaña publicitaria, equivale a usar a Dios con el mismo fin.

Esto es un claro ejemplo de cómo la Iglesia, como institución, ha perdido el rumbo, yendo al lado de aquel contra el que debe luchar. Los dirigentes eclesiásticos dejaron que el oro, la fama, el poder y la publicidad les taparan los ojos y oídos. Enceguecidos por la necesidad de protagonismo, dejan a un lado los principios que representan.

Este acto representa, de manera subjetiva, cómo el Vaticano ha “cruzado el Rubicón”, trazando una nueva función de la Iglesia en fin de sus intereses. No es la primera vez que vemos esto. Pero es la primera vez, después del reinado de Juan Pablo II, que un pontífice encabeza un acto dirigido en contra de las enseñanzas y la palabra de Dios y sacude los principios mismos de la Iglesia Católica.

Benedicto XVI manifestó que “la cultura moderna está empujando a Dios fuera de la vida de las personas, causando que naciones alguna vez ricas en fe religiosa pierdan sus identidades”. ¿Acaso cree que adoptando esa misma cultura que “está empujando a Dios fuera de la vida de las personas”, está luchando contra ella? Adoptar los mismos medios que utiliza Satanás, para luchar contar él, es un error que le costará a la Iglesia.

Si acaso no estoy siendo claro, veamos todas las posibilidades que abren este acto y las clases de 'show business' que se pueden hacer, justificándolas con el acto del 6 de octubre:

  • Tres meses en un convento”: Reality show en el que las novicias tienen que superar obstáculos para convertirse en monjas.
  • Un año en el seminario”: Seguimiento de aspirantes a pastores, con cámaras ocultas y micrófonos.
  • Detrás de una misa”: Los secretos más guardados de la Iglesia, por fin revelados.
  • Un mes de obispo”: Los secretos de la vida de los obispos.
  • “Convertirse en Papa”: La carrera entre los cardenales. ¿Quién será el digno sucesor? Vea lo que ocurre detrás de cámaras, cuando los feligreses no los ven y vote por su favorito.

Son algunas de las posibilidades. ¿Remotas? No lo creo. El protagonismo y la necesidad de fama y poder de la cultura de hoy, han abierto este camino para la Iglesia Católica. La gran pregunta es: ¿hasta qué punto se atreverá a recorrerlo?


 

[1] Inicia el Papa el histórico maratón de lectura bíblica. El Siglo de Torreón. Consulta realizada el 07 de octubre de 2008.

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